«Mis padres me tiraron entre los dos al suelo, me dieron puñetazos y patadas, me dejaron moratones. Mi madre me llevó hacia abajo. Tenía un cuchillo y me lo puso cerca, diciéndome que me iba a matar». Es el testimonio de un joven de 13 años que llamó en busca de ayuda al Teléfono ANAR. No es un caso tan excepcional: de los menores españoles que sufren violencia, el hogar es el principal escenario (hasta el 70,4% de los casos), muy lejos de cualquier otro lugar como los centros educativos (28%), Internet (7,5%) u otros lugares públicos (3%). [Suma más del 100% porque se admitieron diferentes escenarios].
Que triste! 😦
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Cierto 😦
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